La Kemushi Saga: Un mundo mágico para los juegos de mesa de Devir

Con la llegada de Bamboo, Devir se complace en presentar la Kemushi Saga: un mundo antiguo lleno de espíritus del bosque, humanos y tensión entre el caos natural y el orden artificial.

Los juegos de mesa se caracterizan por muchas cosas: son excelentes pasatiempos para compartir en familia o con amigos, tienen beneficios cognitivos, y por sobre todo, se distinguen por abarcar las temáticas más variadas. Puedes encontrar juegos de mesa sobre pastores de ovejas, desarrollo de civilizaciones antiguas, piratas, dinosaurios, intriga política, ciencia ficción e incontables temáticas más. Pero muy pocos comparten una temática que englobe varios juegos de mesa en un solo universo.

Eso es la Kemushi Saga: una idea innovadora del editor de Devir David Esbri. Un universo mágico, repleto de espíritus del bosque, en donde desarrollar distintos juegos de mesa mientras al mismo tiempo contamos la historia de este maravilloso mundo antiguo. Los juegos de la Kemushi Saga se caracterizan por compartir su historia, despertando la imaginación y deslumbrando con sus artes evocadores.

Los orígenes: Silk

El primer juego de la Kemushi Saga fue Silk, de Luís Ranedo con arte de Roc Espinet. En Silk, los jugadores tomamos el papel de pastores de orugas Imomushi (un personaje recurrente de la Kemushi Saga) en las lejanas colinas Akaishi. Allí, tendremos que proteger a nuestras orugas de los ataques del Ookami: un espíritu del bosque cuya pureza ha sido corrompida desde la llegada de los humanos, a quienes antagoniza. Silk nos transporta por primera vez a este mundo mágico repleto de espíritus ancestrales, de los que poco sabe la Humanidad que lo habita.

Descubriendo el bosque: Bitoku

Tres años después del lanzamiento de Silk, llegó un juego de mesa que se ocuparía de expandir y explorar los orígenes de este mundo antiguo y sus habitantes.

Bitoku, creado por Germán P. Millán con arte de Edu Valls, nos transporta miles de años al pasado a un bosque mágico donde los humanos todavía no existen. El bosque está habitado por espíritus ancestrales, lleno de templos, peregrinos, y un caudaloso río que lo atraviesa dividiéndolo en dos.

En Bitoku los jugadores tomamos el papel de un espíritu en camino hacia la virtud: el jugador que junte más puntos de virtud al final de la partida se llevará el honor de la ascensión y convertirse en el próximo Gran Espíritu del Bosque.

Inspirado por el arte y las historias del Estudio Ghibli, Germán P. Millán pobló el tablero de Bitoku de opciones para poder juntar puntos de virtud. El arte de Edu Valls es realmente inolvidable, y nos invita a contemplar la belleza milenaria del bosque.

Buscando el equilibrio: Bamboo

Nuevamente creado por Germán P. Millán, esta vez con arte de Jonatan Cantero. Siguiendo la línea de tiempo de la Kemushi Saga, Bamboo se ubica a medio camino entre Bitoku y Silk: los humanos ya existen y han comenzado a desarrollar la agricultura, pero coexisten en comunión con los espíritus del bosque.

En Bamboo los jugadores manejaremos familias que concentran sus esfuerzos en la cosecha del bambú, trayendo armonía a sus hogares, cocinando, manejando sus finanzas y sobre todo, realizando ofrendas en los templos para los espíritus. Los humanos mantienen la memoria y las costumbres ancestrales, honrando a los yokai y pidiendo sus favores para proteger a sus hogares. Sin ellos, sus hogares difícilmente puedan alcanzar el equilibrio.

En la reunión de espíritus: Bitoku Resutoran

La primera expansión de Bitoku, Bitoku: Resutoran, creado por Germán P. Millán con arte de Edu Valls, nos ofrece tres menús diferentes que podremos añadir al juego base. Podremos añadir uno, dos o incluso los tres módulos (si ya se domina el juego básico), siempre en la combinación que prefiramos.

Si eres fan de Bitoku, esta expansión es imprescindible. Además de llevar el juego a un nuevo nivel permite adaptar la experiencia a las características del grupo de juego. Los nuevos módulos añaden más variedad e interacción entre los jugadores y se pueden combinar como se desee.

Entendiendo a los espíritus: Yokai Sketch

El primer Pocket de la Kemushi Saga, diseñado por Ignasi Ferré e ilustrado por Vincent Dutrait.

En Yokai Sketch se competirá en un duelo para completar el mayor número de dibujos de estos escurridizos espíritus del bosque. A veces incluso se podrán usar los poderes de los Yokai para entorpecer a tu rival. ¡Prepara los cuadernos, afila los lápices y captura la esencia de los espíritus del bosque!

Adaptándonos en el desierto: Sand

El juego más reciente de la Kemushi Saga es Sand: diseñado por Ariel Di Costanzo y Javier Pelizzari e ilustrado por Ernest Sala y Mado Peña. En un mundo devastado, cubierto por dunas de arena y las ruinas de ciudades que antaño brillaban con el resplandor del progreso, los humanos tratan de sobrevivir comerciando con plantas y otros bienes.

En Sand los jugadores transportarán a lomos de su fiel oruga toda clase de mercancías de una ciudad a otra para ganar tanto oro como puedan y, de paso, devolver la vida a un desolado océano de arena. El nuevo título de la saga Kemushi nos reta a gestionar sabiamente nuestras acciones para completar las entregas del mejor modo posible. ¿Preparados para enfrentaros a los retos del desierto?

El vapor impulsa el progreso: Daitoshi

Con el descubrimiento de la máquina de vapor y el desarrollo de las ciudades, llega Daitoshi, un juego de Dani García e ilustrado por Marina Vidal.

Las ciudades están creciendo, el comercio está floreciendo y estamos desarrollando nuestra máquina más ambiciosa hasta la fecha, un artilugio gigante que traerá aún más progreso a la ciudad.

Pero junto a este desarrollo, existe una sobreexplotación de los recursos naturales, se están talando árboles y el río no fluye tanto como antes... Y dicen que estos bosques están protegidos por espíritus, ¡Pero el progreso no puede parar! ¿Qué pasará con estos misteriosos Yokais?

Próximamente...

El futuro: ¿Habrá más juegos de la Kemushi Saga?

Puede que el futuro sea incierto, pero una cosa es segura: la Kemushi Saga continuará expandiéndose en los próximos años. Aún no podemos adelantar mucho, más que asegurarles que aún no hemos terminado de explorar este mundo mágico. Sólo podemos decir una cosa: aún nos queda mucho por descubrir.