II: Los juegos de mesa entendidos desde las humanidades

Los juegos de mesa entendidos desde las humanidades

En el mastodóntico trabajo de investigación de Antonio Catalán, un punto sumamente interesante al que trata con todo el rigor que se merece es el estudio de los Juegos de Mesa desde el campo de las humanidades. Es en este ámbito académico donde más relevancia se ha puesto en destacar la importancia del juego dentro de la concepción humana. Filósofos clásicos y modernos han hablado del juego, todos destacando una característica unitaria: el juego conlleva libertad.

 

Comienza Catalán citando a Aristóteles que destacaba el juego como parte de la preparación integral de los seres humanos. Existe una categorización eminentemente negativa del juego que, a pesar del avance sociológico, ha resistido el envite del tiempo y aún resuena en nuestros días. Dice al respecto Catalán: “El juego desde una perspectiva social contemporánea significa: “no serio”, “no autentico”, “irrealidad”, “ocio”, “improductividad”, con todas las connotaciones negativas de estos términos. El juego es entendido a veces como un fenómeno peligroso, confundiéndose apuestas y azar, con juego y ocio, entonces: ¿Porque el juegos sigue siendo estudiado? Quizás porque Platón, Aristóteles o Sócrates ya explicitaban la importancia del ocio en la búsqueda del conocimiento”.

 

Una característica fundamental del juego frente a otros tipos de actividades de ocio: el juego es social, crea relaciones interpersonales y fomenta habilidades del lenguaje y la comunicación. Nos dice el autor: “El juego puede ser una actividad solitaria, pero se suele jugar con “los otros”, siendo un creador de relación social y habilidades sociales, aunque esto está en continua evolución como nuestra sociedad. Hasta hace un siglo el juego estaba más relacionado con la infancia, derivando hacia el deporte en la juventud, para volver a la sociabilidad y la familia, en juegos universales como los naipes o el ajedrez en la edad adulta”.

Aquí subyace la diferencia entre ocio y juego, que aunque puede parecer accesoria no carece de importancia, centrándose el autor en la contraposición pasiva/activa de la actividad a realizar: “Actualmente nuestra sociedad está considerada como la del ocio o del tiempo libre, la virtualización de nuestra sociedad por la llegada de las TIC, internet y la tecnología móvil, ha permitido tener el juego como ocio y evasión disponible en todo momento, convirtiéndolo en un espacio propio e íntimo donde desconectar el mundo. Aunque también está presente en otro ámbitos, a través de la gamificación en el estudio o el trabajo, la omnipresencia mediática de los deportes y la publicidad del juego como azar/evasión “no gratuita”, en el mundo móvil del ocio. El ocio no es equivalente al juego, el juego es activo y el ocio es pasivo por definición, al jugar cambiamos tiempo de ocio por diversión activa”.

Breve historia del Juego en la investigación académica

Antonio Catalán realiza una investigación concienzuda del concepto de juego: “El juego ha estado investigado desde la antropóloga cultural y la etnografía, para pasar al campo de los estudios culturales con la creación de los game studies o “estudios sobre el juego”, pero esto ya comenzó desde los filósofos clásicos. Platón, nos habla de la mimética como reproducción del mundo pensando en el juego, el arte y la ficción, Aristóteles habla sobre la simulación y el juego como cauce natural de aprendizaje y transmisión de conocimientos, los Juegos socráticos no dejan de ser una forma de competición y aprendizaje”.

Dentro de los académicos patrios que han dedicado parte de su carrera a investigar sobre el concepto de juego está Jesús Chaparro. Su tesis Doctoral “El juego como metáfora de libertad y responsabilidad” es un texto de referencia para todos los investigadores posteriores, y Antonio Catalán volverá varias veces a este texto fundamental.

“Chaparro en su tesis doctoral, nos habla en profundidad del tratamiento de diferentes filósofos contemporáneos sobre el juego, citando a Nietzsche, que relaciona el concepto del juego al arte, porque el creador utiliza el juego para crear y Fink que divide el mundo entre, lúdico como “menos real” y mundo real como “no lúdico”. Encontramos también una completa explicación en Gadamer del significado del juego relacionado con la hermenéutica y la ética. Heidegger en su texto Hölderin y la esencia de poesía, iguala el juego a “una manera de estar siendo”, con lo que nos indica que al jugar se abandona el mundo, hacia un universo que lleva al encuentro con la libertad y el goce dentro del universo del propio juego, y nos expone que tanto el niño como el jugador experimentado, imprimen la mayor seriedad al juego. El psicólogo Jung opinaba que, sin el juego y la fantasía, no se podría realizar un trabajo creativo”.

Sin duda, uno de los autores que más ha influido en la situación actual de los estudios sobre el juego es Johan Huizinga (1872-1945), filósofo e historiador neerlandés. “Johan Huizinga es el creador del estudio moderno sobre el juego, plasmado en su libro de 1938, Homo ludens, recopilatorio de diferentes estudios y conferencias. Fue un lingüista holandés, que pasó a estudiar la historia medieval, principalmente sobre el arte y la cultura, escribiendo la obra sobre el juego desde una reflexión madura a los 60 años. Plantea toda una serie de teorías básicas para el estudio del juego: el juego es la base de la existencia de la cultura, siendo anterior a la misma y su motor. Crea el concepto que da título al libro, Homo ludens (el hombre que juega), como complemento de Homo sapiens (hombre que piensa) y Homo faber (hombre que fabrica) y emparenta todos los campos de la culturalización humana con el juego".

La división taxonómica de los Juegos de Mesa

Otros autores relevantes han sido Roger Caillois, sociólogo y crítico literario francés, publica en 1958, le jeux et les hommes, otra obra principal para el estudio del juego, basado en un libro anterior, Théorie des jeux, donde ya reflexiona sobre el juego desde la sociología, la psicología o las matemáticas”; R.C. Bell que escribió tres importantes libros en la década de los 60-80 dividiendo los juegos en “Suerte, Estrategia y la combinación de ambas”.

“Jack Botermans en The Book of Games, (1989), los divide en antiguos y modernos, creando una división diferente: de tablero, de dados, de domino, de cartas, al aire libre, dividiendo los de tablero en: alineamiento, estrategia, persecución, carrera y máncala. David Parlett en su completísimo libro de referencia The Ofxord History of board Games los divide en: de carreras, de posición, de captura y de desplazamiento”.

Bruce Whitehill ya divide los juegos con otra taxonomía, primero “de interior” y luego “de exterior”, define también lo que es un juego y un juguete. Su división de juegos de interior comprende: juegos de lápiz y papel, mecánicos, electrónicos y videojuegos, juegos clásicos y juegos con un set específico de materiales; situando aquí los juegos de mesa. Los juegos “de exterior”, engloban al juego no reglado (paidea) y el deporte (…) Y para acabar este breve repaso de textos de referencia, citamos a Comas, que aparte de analizar los juegos clásicos, divide ya los juegos actuales en juegos alemanes y americanos”.

* Este texto corresponde a una serie de lecturas y análisis del trabajo del año 2020 de Antonio Catalán Cultura y juegos de mesa analógicos: Los juegos de mesa modernos como fenómeno y artefacto cultural contemporáneo, para la UOC - Iván Fernández Frías