Devirpedia - Diego Ibáñez

A principios de los 2000, y tras una adolescencia rendida a la trilogía del rocanrol, entra de lleno en la afición de los juegos de mesa contemporáneos, jugando, creando y organizando los primeros encuentros Protos y Tipos, que terminarían dando lugar a la asociación de creadores de juegos de mesa LUDO.

Con un humor siempre alerta, fue responsable de uno de los blogs más salerosos del panorama lúdico, el desaparecido Gaming with my suegra, en el que reseñaba juegos y partidas desde la hilarante perspectiva de su madre política, Milagros. Se presentó a varias ediciones del concurso de creadores de Granollers, en el que rozó la gloria con la punta de sus dedos en cuatro ocasiones, por lo que se considera miembro de honor de lo que él llama “El club de los eternos finalistas”.

Pero sin duda, con lo que Chemo, que así le llaman los amigos, tocó la gloria de lleno fue con Holmes: Sherlock & Mycroft. Los dos excéntricos hermanos se disputan un caso poniendo a prueba sus intelectos. Gestión de puntos de acción, recursos y colecciones de una forma directa y accesible; un juego que, por su sencillez, nivel de exigencia y rejugabilidad, ha sido alabado por relevantes reseñadores internacionales. Podemos decir con un gozo que nos pone a bailar, que Holmes ya lo disfrutan en medio mundo gracias a nuestras ediciones internacionales, y a que hemos licenciado este título a prestigiosas editoriales de Europa y que incluso tiene una edición taiwanesa para toda China.

Papúa, diseñado junto a Javier García, entró en nuestro catálogo en 2018. Un euro de peso medio en el que seremos expedicionarios en aquel desconocido país y gestionaremos nuestros dados, energía, dinero y trabajadores para poder catalogar la fauna, la flora y las tribus que allí viven.

Ha llovido mucho desde que editara con la desparecida Asylum Games su primer juego, Banjooli Xeet, el cual está viviendo una segunda juventud de la mano de GDM. En 2013 abrió la tienda HomoLúdicus Castellón y aún sigue al pie del cañón. En todo este tiempo, el interés levantado por sus diseños, los ha llevado a ser jugados hasta en Australia “por lo que como autor no puedo llegar más lejos, al menos geográficamente hablando”.

Implicado, afanado y divertido.