Bruno Cathala

Del 20 al 22 de abril de 2001 se celebró en la minúscula localidad francesa de Étourvy la séptima edición de las Rencontres Ludopathiques, o sea Encuentros Ludopáticos, organizadas por el conocido autor de juegos francés Bruno Faidutti.Aunque ya se estaban convirtiendo en una encuentro demasiado grande para Faidutti, seguía intentando que solo asistieran sus amigos y conocidos: autores de juego, ilustradores, editores, propietarios de tiendas, miembros de clubs de juego y periodistas especializados. En esa edición participa por primera vez Bruno Cathala con un prototipo.

Más de veinte años después, Cathala seguirá asistiendo cada año a Étourvy, pero ahora es un reconocido autor de fama mundial que ha ganado tres veces el Spiel des Jahres, el principal premio del juego de mesa, en tres categorías diferentes: en 2005 Les chevaliers de la table ronde-Shadows over Camelot, creado con Serge Laget, a quien conoció en la citada reunión de autores en 2001, consiguió el Premio Especial SdJ al mejor juego de fantasía; en 2017 obtuvo el SdJ al mejor juego del año con Kingdomino; y en 2021 se alzó con el SdJ al mejor juego infantil por Dragomino,creado con Marie Fort y Wilfried Fort. Ha publicado más de cien juegos y más de ochenta expansiones de sus creaciones. En la mayoría de casos con otros autores, solamente un tercio de sus juegos muestran su nombre en solitario, el resto los firma con más de veinticinco autores distintos. Entre ellos, su principal socio en la creación es su amigo Ludovic Maublanc, con quien ha publicado unos veinte juegos.

Bruno Cathala nació en 1963 exactamente el mismo día en que Kennedy fue asesinado. Actualmente vive en los Alpes franceses, muy cerca de Ginebra. Estudió Ciencias de los Materiales y se especializó como investigador en aleaciones de tungsteno, disciplina en que trabajó 18 años y que le dejó un potente poso metodológico de trabajo en pos de la solución óptima. Siempre le ha gustado jugar, afición que, además de ser su actual profesión, practica siempre que puede, con su compañera y sus hijos o donde sea. Y semanalmente se reúne con un grupo de probadores de juegos. Juega tanto que no tiene uno o dos juegos favoritos, sino un montón, ahora mismo estos son los juegos a los que prefiere jugar: Unlock!(Alice Carroll, Thomas Cauët y Cyril Demaegd, 2017), Magic The Gathering y Keyforge (Richard Garfield, 1993 y 2018), Gygès (Claude Leroy, 1985), Schotten Totten (Reiner Knizia, 1999), Wingspan(Elizabeth Hargrave, 2019), Lucky numbers (Michael Schacht, 2012), Flamme rouge(Asger Harding Granerud, 2016) y Santorini (Gordon Hamilton, 2016). Ni que decir tiene que algunos de estos autores los encontrarán en estas mismas páginas.

Creó su primer prototipo en 1999 y publicó sus primeros juegos en 2002. Desde entonces no ha parado de crear y publicar juegos. Define su método de creación como egoista, hace los juegos que le gustaría jugar, sin preocuparse del mercado y de los supuestos deseos de los jugadores. Está convencido que este es el trabajo de un autor. Y si le gusta tanto crear en coautoría es porqué está convencido que crear es dudar: ¿qué mejor que compartir las dudas con un colega?

Entre su vasta ludografía, podemos destacar, además de los ya citados como ganadores del más importante premio del mundo, Mr. Jack y Cyclades (los dos con Ludovic Maublanc, 2006 y 2009), Five Tribes (2014), 7 Wonders Duel (con Antoine Bauza, 2015),Raptor (con Bruno Faidutti, 2015), Abyss y Kanagawa (con Charles Chevalier, 2014 y 2016), e Ishtar (con Evan Singh, 2019). Fijémonos en algunos de ellos.

Mr. Jack es, en palabras del mismo Cathala, una mezcla de Ajedrez y Mastermind (Mordecai Meirovitz, 1971). Un juego de deducción para dos jugadores que reproduce la tensión de la persecución de Jack el Destripador por las callejuelas oscuras de Whitechapel. El cruel asesino se esconde bajo la apariencia de uno de los ocho personajes del juego y utiliza sus movimientos para escabullirse del cerco policial. Un juego cerebral de gran éxito con brillantes secuelas como Mr. Jack Pocket (2010), porqué hay que remarcar que Cathala, además de un innovador creador, es también un consumado especialista en adaptar juegos, suyos o de otros autores en diferentes formatos, como demostró, entre muchos otros, con el ya citado 7 Wonders Duel.

Cyclades exigió a los dos autores trabajar durante dos años para encontrar el equilibrio que deseaban para un juego basado en disponer del favor de los dioses en la antigua Grecia (es decir, usar sus poderes para, por ejemplo, movilizar tropas o apoyarse en la fuerza de criaturas fantásticas). Dioses que son distintos y que pondrán a prueba la capacidad financiera de los jugadores para las ofrendas, mientras desarrollan sus habilidades negociadoras para establecer alianzas con otros jugadores.

Five Tribes es, para muchos de sus seguidores (entre quienes se cuenta quien escribe estas líneas), su mejor juego. Con un movimiento de siembra prestado de los juegos africanos Mancala, permite a los cuatro jugadores conseguir puntos de distintas maneras. Como sea que el orden del turno es casi lo más importante para realizar la mejor jugada, los jugadores deberán gastar dinero para jugar el turno en primer lugar. Claro está que a) dinero no es lo que les sobra a los jugadores, y b) el dinero se convierte automáticamente en puntos de victoria al final de la partida, de manera que no es evidente que optar a jugar mejor sea bueno para ganar.

Además del compromiso entre simplicidad de reglas y riqueza de juego, Cathala distingue otros tres aspectos fundamentales en la creación de un juego: coherencia entre tema y mecánica, interacción entre los jugadores e ilustraciones y diseño gráfico de calidad. Para él esto puede definir el "estilo francés" de creación de juegos. Sus autores de juegos de cabecera son, en este orden, Alex Randolphy Richard Garfield, a los que encontrará en estas páginas. ¿Qué juego de otro autor le guataría que tuviera su firma? Ninguna duda,Ricochet Robots (Alex Randolph, 1999), aunque solo cumpla la regla de interacción de las que él mismo propone para un buen juego.

Para Cathala no hay duda, su mejor juego es Insert,todavía no publicado. Es un juego abstracto para dos jugadores con unas reglas más que simples y una enorme profundidad. Afirma haber jugado más de quinientas partidas y que no pararía nunca de hacerlo. Piensa que es el mejor de su producción porqué los juegos abstractos son la quintaesencia del diseño de juegos, ya que el autor no puede esconderse detrás de la temática ni puede refugiarse en unas reglas alambicadas. Insert se basa en diferentes conceptos como la limitación de movimientos y la desobediencia de esa regla en determinadas situaciones. Búsquenlo en internet, constrúyanse uno y comprobarán la veracidad de sus palabras.

Además de los tres días en que Bruno viajó hasta Berlín para recoger los SdJ obtenidos, hay otra fecha importante para Bruno Cathala, el 18 de septiembre de 2019. Ese día, la editorial francesa Iello invitó a Sevilla a periodistas e influencerseuropeos de juegos de mesa para festejar sus quince años de existencia. Aprovecharon el acto para el lanzamiento del juegoIshtaruna de las pocas veces que una editorial de juegos ha hecho una inversión de esa magnitud para presentar una novedad. El juego se lo merecía, Cathala volvió a dar con la fórmula de éxito deFive Tribes: un juego basado en una mecánica milenaria (ahora la del juego chinoGo), profundo pero con reglas sencillas y con diferentes estrategias para ganar, lo que le asegura una alta rejugabilidad. Un juego que también cuenta, por si fuera poco, con una excelente producción.